Juan First XIV
JF en solitario caminó varios kilómetros por la orilla del Detroit River, en la parte conocida como The Odette sculpture park un bonito lugar en donde podía libremente recorrer con la mirada preciosos jardines y apreciar el arte con hermosas esculturas del lado izquierdo y del lado derecho veía enormes barcos con apariencia de cargueros, que se deslizaban sigilosamente rompiendo las pequeñas olas de ese bonito y frío río formado por los deshielos del polo norte además de los territorios del norte canadienses y que desembocarían en el Océano atlántico.
Mientras caminaba trataba de acordarse de aquellos detalles que fueron importantes para salir de su país y que seria necesario describirlos de manera simple, lógica y coherente con el propósito de fundamentar por que tuvo la necesidad de pedir refugio en Canadá.
En el transcurso de la historia según hemos leído o se nos ha dicho que han existido grandes movimientos de gente de un lugar a otro, y por diferentes motivos, JF en ese momento recordaba el pasaje bíblico del Éxodo, donde Moisés sale de Egípto al frente de miles de hebreos en busca de la tierra prometida, dejando atrás la esclavitud en busca de un lugar de libertad y llena de lo que ellos pudieran considerar como maravillosa. Tal ves su principal motivo era algo místico, mas bien del tipo espiritual, hay mucha gente que busca la espiritualidad a través de la introspección, la meditación, la oración, el ayuno y otras cosas que escapan a los intereses de la economía de mercado que hacen del planeta un grandioso centro comercial o Mall en donde al parecer la humanidad se mueve por una artificial necesidad de adquirir artículos superfluos, materiales y tangibles y por ende susceptibles de ser comercializados por aquellos que tienen una visión empresarial y poco conocen de disciplinas filosóficas, la vida ascética o ese comportamiento tan particular como lo es la vida de los lamas en el Tíbet.
También recordaba a esos primeros pobladores del nuevo continente, que salieron envueltos en pieles de algún lugar de Asia y que por el estrecho de Bering llegaron a la actual América, es muy probable (nos decían los maestros en la escuela primaria) que ellos migraron en busca de alimentos y lugares menos hostiles para desarrollar su propia cultura que les permitiese vivir en armonía con sus familias cobijados por la belleza de la naturaleza y el propio universo.
Es difícil pensar que huían de salvajes mamuts o de gobiernos corruptos, o que eran perseguidos, torturados y asesinados por sus ideas políticas o religiosas, por el color de su piel, por su raza, por sus preferencias sexuales o por su manera de pensar u otros motivos que son suficientes para los que piden refugio en un país ajeno, incluyendo desde luego a Canadá.
Fuera de tanta paja JF precisaba estructurar muy bien su historia para contársela a las autoridades oficiales de la oficina de Inmigración, por lo que dejo de pensar en Filosofía y principios evolutivos de la Humanidad sentándose en un banca de piedra para escribir su historia.
Etiquetas: una historia real
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