Juan First VI
Caminando ahora por la calle Ouellette, Danila amigablemente platicaba con JF sobre la simpatía que sentía por los mexicanos y la gran satisfacción que sentía de poder ayudar como voluntaria en aquellas traducciones del Ingles al español y viceversa cuando se necesitaba.
Caminaron poco menos de diez minutos, hasta llegar a ese Centro de apoyo, que cuando JF miró las siglas en la parte media del edificio expresó una sonrisa como si se acordara de algo gracioso sucedido en su vida pasada, rápidamente se dio cuenta que se encontraba ante una institución similar a la que en su país se le conocía como la “Uay”, recordó también que cuando él era un niño de diez años, cada vez que pasaba por la calle Ocampo casi esquina con el Paseo Bolívar en su ciudad natal de Chihuahua, casi siempre volteaba su mirada a ese lugar que sus amigos de la infancia le comentaban que precisamente ahí, se practicaba la gimnasia olímpica, la natación, los clavados y otros deportes que en el año de 1968 empezaban a ser muy populares entre sus amigos del barrio y sus compañeros de la escuela primaria, ya que en ese año fueron celebrados los juegos Olímpicos en su País.
JF siempre asoció el termino “Uay” con deportes interesantes, aunque no sabia en aquel entonces por que le llamaban la “Uay” a un sitio en donde claramente se leía en el frente del edificio YMCA. Que triste le resultaba a JF no poder entender muchas cosas que veía todos los días, pero, que por no preguntar a la persona correcta, cada día crecían sus dudas sobre muchos eventos de los que se desea saber, pero no muchos responden adecuadamente, algunos tal vez por egoísmo, unos mas por su misma ignorancia y otros tal vez por su indiferencia.
Pasaron algunos años para que JF se diera cuenta que la gente le decía la “Uay” a ese lugar porque la ”Uay” es como se escucha el sonido que tiene en el idioma ingles la letra “Y Griega” y la gente le decía así ya que no pronunciaba las otras tres letras restantes “EM”, “CI”, y, “EI”, para decirlas completamente Y- M- C- A, años mas tarde estas siglas se hicieron muy famosas por una melodía musical y ciertas coreografías de los brazos que los practicantes del baile moderno de las discotecas movían de manera aritmética, rítmica y un poco diferente al momento de cantar cada una de esas letras.
Afuera del edificio se encontraba una mesa que en su centro tenia sesenta y cuatro cuadros en los que se podía practicar ajedrez. Ese tablero incrustado en esa mesa le recordó a JF a muchos de sus amigos que entre otras cosas sabían jugar el deporte Ciencia, no obstante JF acudió a ese lugar no para practicar gimnasia Olímpica, ni para nadar, ni practicar algún tipo de clavado (que mucho le hubiera gustado), ni tampoco disputaría una partida de ajedrez, acudía a ese lugar porque ahí trabajaba una amiga de Danila llamada Cathy K. ella era una persona sumamente sensible a la problemática relacionada con los derechos de la humanidad y entre muchas de sus actividades era la de escuchar los diferentes relatos de los recién llegados a su país, para que después de su interpretación tuviera los elementos necesarios para orientarlos sobre los tramites que deberían realizar para solicitar y tal vez obtener la residencia permanente gracias a una adecuada petición hecha al comité de refugio en Canadá.
Por espacio de tal vez treinta minutos, Cathy escuchó con mucha atención la narración de JF, entre algunas intervenciones esporádicas que fueron necesarias por parte de Danila para clarificar lo que JF dijo en español y precisaba una adecuada traducción al Ingles para Cathy, quien a pesar de que entendía y hablaba muy bien el español, algunas palabras posiblemente necesitaba conocer mejor el significado que tienen en nuestro idioma, y más aún, ciertos regionalismos utilizados en México, obviamente en este caso específico JF evitó cualquier tipo de picardía, que por cierto después se dio cuenta que es muy apreciada por muchos extranjeros que viven en Canadá para aprender su uso respetando los tiempos y las formas.
Después de que Cathy analizó el relato de JF tomó el teléfono y llamó a la oficina de Inmigración, no para que JF fuera deportado de inmediato, sino para que JF planteara su caso en esa institución Oficial del gobierno canadiense. La cita tendría lugar unas horas mas tarde, tiempo mas que suficiente para que Cathy terminara sus horas laborales de ese día y llevara a JF a ese lugar, por lo que JF invitó a Danila a tomar una taza de café en un lugar cercano y poder platicar con ella.
Etiquetas: una historia real
1 Comments:
Tienes mis mismas iniciales, buen blog, saludos, si quieres fotos de Chiwas, con gusto ;)
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